"De todas las cosas que nos negaron a
los gays, la adolescencia es la más injusta" Bruno Bimbi (1)
Preguntas en el aula
" Por qué no hay parejas
de chicos o de chicas en los pasillos"?, preguntaba uno de mis
profesores durante mi formación terciaria. Yo tenía clara la respuesta, aún sin
tener los insumos para poder responderla o la seguridad de hacerlo en público.
Sin embargo, esa clase y esa pregunta han seguido rondando en mi cabeza desde
entonces.
Gran parte de mi existencia
he pasado dentro del sistema educativo y por ello me tomo el
atrevimiento de hablar desde ese lugar. Durante mi extenso pasar por la
educación formal nunca hubo una clase en que se hablara de homosexualidad, o
más concretamente, de la experiencia homosexual.
Cualquier gay de mi edad, puede tener claro lo que es una
adolescencia robada (2). Las incertidumbres, los miedos, la negación. Las
burlas, que aunque no iban dirigidas a uno (porque para los otros, yo era
heterosexual o asexuado), se sentían en
el cuerpo como una daga. Porque en el fondo también iban dirigidos a uno.
El orden social nos asigna a los gay un lugar por medio del
insulto y el acoso nos pone en un lugar simbólico de inferioridad. Como dice Didier Eribon, el orden social nos asigna a los gay un lugar por
medio del insulto y el acoso, antes incluso
de que seamos cocientes de que somos gay. Eribon lo sentencia de
forma magistral "en el principio fue la injuria"(3).
Didier Eribon, sociólogo y filosofo francés, un teórico relevante. |
Mi generación fue formada en un sistema educativo
fuertemente heteronormativo donde los modelos a trasmitir giraban en torno a la
heterosexualidad (la norma). La diversidad sexual o bien era ocultada o bien
podía ser objeto de burlas, chistes, insultos o agresiones físicas. Era una
existencia que transitaba entre diversas formas de violencia simbólica o
física.
Esta realidad era palpable en los contenidos que nunca
trataban de “nosotros”, es decir, de las personas LGBT+. Las pocas incursiones del sistema educativo en la
sexualidad (caso de biología de tercero), giraban en torno a los aspectos
biológicos de la reproducción y las ITS. Como si la sexualidad humana estuviera
reducida a esa dimensión. En el plano vivencial era peor, ser gay en un centro de estudios era algo de lo que no
se podía hablar o vivenciar.
Túnicas blancas y moñas azules. La típica indumentaria del escolar uruguayo. |
No culpo a mis compañeros y docentes de aquella época ni a las autoridades de los centros. Ni ellos ni yo, éramos plenamente conscientes de cómo funcionan los mecanismos de opresión sobre las personas LGBT. No era un tema de mala voluntad, simplemente así operan las instituciones.
La homofobia y el sentido
común
La heteronormatividad, esa compulsión a presuponer que existe
una única sexualidad valida, una norma y que todos tenemos como destino llegar
a esa norma, esa opresión sobre los gays(4) se ha basado mayormente en su propia negación.
Las instituciones sociales y los espacios públicos han
estado por lo general vedados para la
expresión de la diversidad sexual. Hasta hace unos años directamente
eran “territorio enemigo”. Espacios donde expresar una sexualidad no
heterocentrada era peligroso (en algunos lo siguen siendo).
La mayor parte de los prejuicios homofóbicos se sostienen en
actitudes cotidianas. Están más presentes en lo no dicho, lo no expresado y no
tanto en lo que se dice. Parten de lugares comunes, del sentido común
homofóbico de nuestra sociedad, como dijera Carlos Muñoz (5).
Muñoz fue un pionero en la sociología de la homosexualidad en Uruguay |
La homofobia es un prejuicio (6), es un prejuicio y como tal
está construido socialmente y se difunde por medio de la cultura. Un prejuicio socialmente construido, en el que
tanto las iglesias, como el Estado y la “ciencia” (Sí, entrecomillas), tienen
mucha de la responsabilidad (7) y es por tanto en el plano de las políticas
culturales donde se lo debe combatir
La responsabilidad del Estado es innegable. Tanto por acción, caso de países donde directamente la
homosexualidad fue penalizada y las personas sufrieron persecución, como por
omisión, el caso uruguayo.
En Uruguay la homosexualidad no estuvo nunca penalizada
directamente. Lo que no quita que haya existido persecución. Es conocida la
historia de la persecución policial, durante y después de la dictadura (Sí,
después también). Ese hostigamiento era aplicado tanto a las personas trans que
ejercían la prostitución, como contra los espacios de socialización gay (8).
La persecución directa del Estado fue, por supuesto la
excepción, la norma fue la negación y la invisibilidad. En su brillante “Historia de la Homosexualidad en la
Argentina”, Osvaldo Bazán(9),
plantea que una de las formas como ha funcionado la opresión de la
homosexualidad, es justamente, la de su negación y ocultamiento. El carácter
nefando de la homosexualidad. Aquello de lo “que no se habla”, es lo que contribuido a mantener el prejuicio.
Educación y diversidad sexual
Nuestro sistema educativo no ha estado exento de esta
realidad. Ha sido atravesado por la homofobia y la ha reproducido. Lo mismo
pasa con otras instituciones públicas (el sistema de salud o las fuerzas
represivas, por poner dos ejemplos). Ese concepto de neutralidad del Estado no
se ha aplicado a la diversidad sexual. Tanto en Uruguay, como en todas partes,
el Estado ha sido todo, menos neutral. Las instituciones públicas y entre ellas
las educativas, han sido en general entornos hostiles a la diversidad sexual.
Soy consciente de que se han dado cambios positivos en los centros de estudio y
veo que las cosas se están modificando. Pero aún resta mucho para que los centros
sean lugares amigables.
Las voces que se oponen a la educación en diversidad sexual, aducen, que el Estado debe ser neutral y que no debe inculcar una “Ideología de género”. Esa presunción de neutralidad del Estado y no eduque en un tema tan sensible, justamente cuando se está formando la personalidad de los chicos, suena a excusa irresponsable
Alguien piensa acaso que la identidad sexual de las personas
LGBT se forma luego de los 18 años?
Aunque se pretenda que nuestras adolescencias sean negadas, ocultadas e
invisibles, las mismas existen. Además,
se desconoce que los alumnos, profesores, maestros, funcionarios, padres LGBT,
también somos parte del sistema educativo.
Quienes han sostenido esta idea, no han reparado en pensar,
que el sistema educativo ya trasmite una ideología de género (10). Cuando yo
aprendí lo que era una familia o una pareja, siempre eran parejas y familias
heterosexuales. Siempre los contenidos vinculados a la sexualidad giraban en
torno a la reproducción y los gametos. Como si fuera de esos temas no existiese sexualidad.
Manifestación contra la "ideología de género" en nuestro país. |
Detrás de estos planteos existe la intención de que el
sistema educativo sea omiso, que no es lo mismo que neutral, porque nunca fue
neutral. Nos impuso a los educandos LGBT una verdadera ideología de género,
aquella que sostiene que la sexualidad humana está determinada por la biología
y que su finalidad es la reproducción. Una concepción filosófica que hasta la podemos
datar históricamente (11) y que forma parte de ese “sentido común de los uruguayos”
La ciencia ya dice que no somos enfermos (vaya
descubrimiento!), la ley dice que somos iguales en derechos. Entonces, cuál es
el problema con que el sistema educativo aborde el tema? El Estado debe velar
por los derechos de los ciudadanos. De todos sus ciudadanos. Incluyendo el de
los niños y adolescentes LGBT.
Somos iguales en derechos, entonces tenemos que ser iguales
en el plano valorativo y en los espacios públicos. Necesitamos una educación
que sea inclusiva, donde se respete y vivencia naturalmente la diversidad
sexual. Así, la pregunta que nos hizo aquel docente hace tiempo, dejará de
tener sentido .
Recuerdo personal: mi egreso como bachiller.Foto tomada en 2001. |
Juan Martín Sánchez: Profesor de Historia e integrante del colectivo Rainbow Families: familias por la diversidad Maldonado y de Águilas Multicolores
Notas:
1 y 2-Tomo el concepto de Bruno Bimbi. Quien lo ha trabajado en el libro “El Fin Del Armario. Lesbianas, gays, bisexuales y trans en el siglo XXI” Bs, As, Editorial Marea, año 2017. Cuya lectura sugerimos ampliamente. Ya que contiene excelentes columnas escritas por Bimbi. El concepto también aparece en su columna “Adolescencias Robadas”, que puede leerse en este blog: https://aguilasmulticoloreslgbt.blogspot.com/2021/07/adolescencias-robadas-por-bruno-bimbi.html
3- Véase, Eribon D. “Reflexiones sobre la cuestión gay”
Barcelona, Anagrama, 2001.
4- Me refiero a la homosexualidad o a los gays, para poder
simplificar la lectura. Pero por supuesto que hago extensivos los planteos de
mi nota a las otras sexualidades LGBT.
5- Muñoz C. “El Uruguay Homosexual” Mdeo,
Trilce, 1996. El libro de Muñoz es un estudio pionero. Uno de los primeros
trabajos en ciencias sociales sobre la diversidad sexual en Uruguay. Su lectura
es ampliamente recomendable.
6- El término homofobia fue acuñado por el psicólogo
estadounidense George Weinberg. Uno
de los primeros terapeutas en abordar la homosexualidad desde una mirada no
patologizadora. Pese a lo importante de su aporte y sin negar que en algunos
casos la homofobia pueda revestir un carácter patológico. Tiendo a considerar
que la homofobia es un prejuicio. Su obra fue traducida al español con varios
títulos diferentes. Véase Weinberg G. “La Homosexualidad Sin Prejuicios”.
Bs, As, Granica, 1977.
7 -Existen varios estudios históricos sobre la homofobia. En
los libros de Byrne fone o Francis Mondimore, se pueden hallar muchos datos
históricos. La obra de Fone es muy extensa y está muy bien documentada. Véase
Fone B. “Homofobia: una historia”, Barcelona, Editorial Océano, año
2008 y Mark Mondimore F. “Una
historia natural de la homosexualidad”, Barcelona, Paídos, 1998.
8 -Sobre la homosexualidad en la historia uruguaya, se
pueden consultar además del libro de Carlos Muñoz,las obras “Amor
y transgresión en Mdeo 1919-1939”( Montevideo, EBO, año 2004) de José
Pedro Barrán y “De Los Baños A Las Calles. Historia del movimiento lésbico, gay y
trans uruguayo (1984-2013)” (Montevideo, Debate, 2013), de Diego
Sempol. Esta última obra aborda la persecución sufrida por la comunidad LGBT
incluso luego del fin de la dictadura.
10- Bazán O. “Historia de la Homosexualidad en la
Argentina” Bs, As, Edit. Marea, año 2010.
10- Utilizo el sintagma “ideología de género” a propósito. Ya que este
concepto se ha popularizado entre los sectores conservadores. Fue originalmente
acuñado por la Iglesia Católica. No tiene por tanto una base científica o
teórica, ni es un concepto académico. Pero como es usado como concepto chicle,
elástico, donde los conservadores meten todo lo que no les gusta. Me voy a
tomar el atrevimiento de devolverles el favor.
11- Tiene su origen básicamente y simplificando mucho, en
las concepciones judeo cristianas sobre la sexualidad. Las mismas fueron
delimitadas durante los primeros siglos de la era cristiana. Otros pueblos y
culturas poseían otras concepciones sobre la sexualidad. La sexualidad humana
no es solo biología, como nos quieren hacer creer, está atravesada de pautas
sociales y culturales.
12- Delval J. “Los Fines de la Educación”
México, Siglo XXI, año 2013.
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