lunes, 11 de octubre de 2021

Preguntas en el aula, educación y diversidad sexual. Prof. Juan Martín Sánchez(*).

 

  "De todas las cosas que nos negaron a los gays, la adolescencia es la más injusta" Bruno Bimbi  (1)




Preguntas en el aula

 

  " Por qué no hay parejas de chicos o de chicas en los pasillos"?, preguntaba uno de mis profesores durante mi formación terciaria. Yo tenía clara la respuesta, aún sin tener los insumos para poder responderla o la seguridad de hacerlo en público. Sin embargo, esa clase y esa pregunta han seguido rondando en mi cabeza desde entonces.

Gran parte de mi existencia  he pasado dentro del sistema educativo y por ello me tomo el atrevimiento de hablar desde ese lugar. Durante mi extenso pasar por la educación formal nunca hubo una clase en que se hablara de homosexualidad, o más concretamente, de la experiencia homosexual.

Cualquier gay de mi edad, puede tener claro lo que es una adolescencia robada (2). Las incertidumbres, los miedos, la negación. Las burlas, que aunque no iban dirigidas a uno (porque para los otros, yo era heterosexual o asexuado), se sentían  en el cuerpo como una daga. Porque en el fondo también iban  dirigidos a uno.

El orden social nos asigna a los gay un lugar por medio del insulto y el acoso nos pone en un lugar simbólico de inferioridad.  Como dice Didier Eribon, el orden social nos asigna a los gay un lugar por medio del insulto y el acoso, antes incluso  de que seamos cocientes de que somos gay. Eribon lo sentencia de forma  magistral "en el principio fue la injuria"(3).

Didier Eribon, sociólogo y filosofo francés, un teórico relevante.


Mi generación fue formada en un sistema educativo fuertemente heteronormativo donde los modelos a trasmitir giraban en torno a la heterosexualidad (la norma). La diversidad sexual o bien era ocultada o bien podía ser objeto de burlas, chistes, insultos o agresiones físicas. Era una existencia que transitaba entre diversas formas de violencia simbólica o física.

Esta realidad era palpable en los contenidos que nunca trataban de “nosotros”, es decir, de las personas LGBT+. Las pocas incursiones del sistema educativo en la sexualidad (caso de biología de tercero), giraban en torno a los aspectos biológicos de la reproducción y las ITS. Como si la sexualidad humana estuviera reducida a esa dimensión. En el plano vivencial era peor, ser gay en un centro de estudios  era algo de lo que no se podía hablar o vivenciar.


Túnicas blancas y moñas azules. La típica indumentaria del escolar uruguayo.


No culpo a mis compañeros y docentes de aquella época ni a las autoridades de los centros.  Ni ellos  ni yo, éramos plenamente conscientes de cómo funcionan los mecanismos de opresión sobre las personas LGBT. No era un tema de mala voluntad, simplemente así operan las instituciones.

 

La homofobia  y el sentido común

La heteronormatividad, esa compulsión a presuponer que existe una única sexualidad valida, una norma y que todos tenemos como destino llegar a esa norma, esa opresión sobre los gays(4) se ha basado mayormente  en su propia negación.

Las instituciones sociales y los espacios públicos han estado por lo general vedados para la  expresión de la diversidad sexual. Hasta hace unos años directamente eran “territorio enemigo”. Espacios donde expresar una sexualidad no heterocentrada era peligroso (en algunos lo siguen siendo).

La mayor parte de los prejuicios homofóbicos se sostienen en actitudes cotidianas. Están más presentes en lo no dicho, lo no expresado y no tanto en lo que se dice. Parten de lugares comunes, del sentido común homofóbico de nuestra sociedad, como dijera Carlos Muñoz (5).

Muñoz fue un pionero en la sociología de la homosexualidad en Uruguay


La homofobia es un prejuicio (6), es un prejuicio y como tal está construido socialmente y se difunde por medio de la cultura.  Un prejuicio socialmente construido, en el que tanto las iglesias, como el Estado y la “ciencia” (Sí, entrecomillas), tienen mucha de la responsabilidad (7) y es por tanto en el plano de las políticas culturales donde se lo debe combatir

La responsabilidad del Estado es innegable. Tanto por  acción, caso de países donde directamente la homosexualidad fue penalizada y las personas sufrieron persecución, como por omisión, el caso uruguayo.

En Uruguay la homosexualidad no estuvo nunca penalizada directamente. Lo que no quita que haya existido persecución. Es conocida la historia de la persecución policial, durante y después de la dictadura (Sí, después también). Ese hostigamiento era aplicado tanto a las personas trans que ejercían la prostitución, como contra los espacios de socialización gay (8).

La persecución directa del Estado fue, por supuesto la excepción, la norma fue la negación y la invisibilidad. En su brillante “Historia de la Homosexualidad en la Argentina”, Osvaldo Bazán(9), plantea que una de las formas como ha funcionado la opresión de la homosexualidad, es justamente, la de su negación y ocultamiento. El carácter nefando de la homosexualidad. Aquello de lo “que no se habla”, es lo que contribuido a mantener el prejuicio.

 

Educación y diversidad sexual

Nuestro sistema educativo no ha estado exento de esta realidad. Ha sido atravesado por la homofobia y la ha reproducido. Lo mismo pasa con otras instituciones públicas (el sistema de salud o las fuerzas represivas, por poner dos ejemplos). Ese concepto de neutralidad del Estado no se ha aplicado a la diversidad sexual. Tanto en Uruguay, como en todas partes, el Estado ha sido todo, menos neutral. Las instituciones públicas y entre ellas las educativas, han sido en general entornos hostiles a la diversidad sexual. Soy consciente de que se han dado cambios positivos en los centros de estudio y veo que las cosas se están modificando. Pero aún resta mucho para que los centros sean lugares amigables.




Las voces que se oponen a la educación en diversidad sexual, aducen, que el Estado debe ser neutral y que no debe inculcar una “Ideología de género”. Esa presunción de neutralidad del Estado  y no eduque en un tema tan sensible, justamente cuando se está formando la personalidad de los chicos, suena a excusa irresponsable

Alguien piensa acaso que la identidad sexual de las personas LGBT  se forma luego de los 18 años? Aunque se pretenda que nuestras adolescencias sean negadas, ocultadas e invisibles, las mismas existen.  Además, se desconoce que los alumnos, profesores, maestros, funcionarios, padres LGBT, también somos parte del sistema educativo.

Quienes han sostenido esta idea, no han reparado en pensar, que el sistema educativo ya trasmite una ideología de género (10). Cuando yo aprendí lo que era una familia o una pareja, siempre eran parejas y familias heterosexuales. Siempre los contenidos vinculados a la sexualidad giraban en torno a la reproducción y los gametos. Como si fuera de esos temas  no existiese sexualidad.

Manifestación contra la "ideología de género" en nuestro país.


Detrás de estos planteos existe la intención de que el sistema educativo sea omiso, que no es lo mismo que neutral, porque nunca fue neutral. Nos impuso a los educandos LGBT una verdadera ideología de género, aquella que sostiene que la sexualidad humana está determinada por la biología y que su finalidad es la reproducción. Una concepción filosófica que hasta la podemos datar históricamente (11) y que forma parte de ese “sentido común de los uruguayos”

La ciencia ya dice que no somos enfermos (vaya descubrimiento!), la ley dice que somos iguales en derechos. Entonces, cuál es el problema con que el sistema educativo aborde el tema? El Estado debe velar por los derechos de los ciudadanos. De todos sus ciudadanos. Incluyendo el de los niños y adolescentes LGBT.

Somos iguales en derechos, entonces tenemos que ser iguales en el plano valorativo y en los espacios públicos. Necesitamos una educación que sea inclusiva, donde se respete y vivencia naturalmente la diversidad sexual. Así, la pregunta que nos hizo aquel docente hace tiempo, dejará de tener sentido .

Recuerdo personal: mi egreso como bachiller.Foto tomada en 2001.



 * Este artículo se basa en un artículo anterior escrito en 2018. EL cual he modificado en base a las reflexiones surgidas desde entonces.


Juan Martín Sánchez:
Profesor de Historia e integrante del colectivo Rainbow Families: familias por la diversidad Maldonado y de  Águilas Multicolores








Notas:

1 y 2-Tomo el concepto de Bruno Bimbi. Quien lo ha trabajado en el libro “El Fin Del Armario. Lesbianas, gays, bisexuales y trans en el siglo XXI” Bs, As, Editorial Marea, año 2017. Cuya lectura sugerimos ampliamente. Ya que contiene excelentes columnas escritas por Bimbi.  El concepto también aparece en su columna  “Adolescencias Robadas”, que puede leerse en este blog: https://aguilasmulticoloreslgbt.blogspot.com/2021/07/adolescencias-robadas-por-bruno-bimbi.html

3- Véase, Eribon D. “Reflexiones sobre la cuestión gay” Barcelona, Anagrama, 2001.

4- Me refiero a la homosexualidad o a los gays, para poder simplificar la lectura. Pero por supuesto que hago extensivos los planteos de mi nota a las otras sexualidades LGBT.

5- Muñoz C. “El Uruguay Homosexual” Mdeo, Trilce, 1996. El libro de Muñoz es un estudio pionero. Uno de los primeros trabajos en ciencias sociales sobre la diversidad sexual en Uruguay. Su lectura es ampliamente recomendable.

6- El término homofobia fue acuñado por el psicólogo estadounidense George Weinberg. Uno de los primeros terapeutas en abordar la homosexualidad desde una mirada no patologizadora. Pese a lo importante de su aporte y sin negar que en algunos casos la homofobia pueda revestir un carácter patológico. Tiendo a considerar que la homofobia es un prejuicio. Su obra fue traducida al español con varios títulos diferentes. Véase Weinberg G. “La Homosexualidad Sin Prejuicios”. Bs, As, Granica, 1977.

7 -Existen varios estudios históricos sobre la homofobia. En los libros de Byrne fone o Francis Mondimore, se pueden hallar muchos datos históricos. La obra de Fone es muy extensa y está muy bien documentada. Véase Fone B. “Homofobia: una historia”, Barcelona, Editorial Océano, año 2008  y Mark Mondimore F. “Una historia natural de la homosexualidad”, Barcelona, Paídos, 1998.

8 -Sobre la homosexualidad en la historia uruguaya, se pueden consultar además del libro de Carlos Muñoz,las obras “Amor y transgresión en Mdeo 1919-1939”( Montevideo, EBO, año 2004) de José Pedro Barrán y “De Los Baños A Las Calles. Historia del movimiento lésbico, gay y trans uruguayo (1984-2013)” (Montevideo, Debate, 2013), de Diego Sempol. Esta última obra aborda la persecución sufrida por la comunidad LGBT incluso luego del fin de la dictadura.

10- Bazán O. “Historia de la Homosexualidad en la Argentina” Bs, As, Edit. Marea, año 2010.

10- Utilizo el sintagma  “ideología de género” a propósito. Ya que este concepto se ha popularizado entre los sectores conservadores. Fue originalmente acuñado por la Iglesia Católica. No tiene por tanto una base científica o teórica, ni es un concepto académico. Pero como es usado como concepto chicle, elástico, donde los conservadores meten todo lo que no les gusta. Me voy a tomar el atrevimiento de devolverles el favor.

11- Tiene su origen básicamente y simplificando mucho, en las concepciones judeo cristianas sobre la sexualidad. Las mismas fueron delimitadas durante los primeros siglos de la era cristiana. Otros pueblos y culturas poseían otras concepciones sobre la sexualidad. La sexualidad humana no es solo biología, como nos quieren hacer creer, está atravesada de pautas sociales y culturales.

12-  Delval J. “Los Fines de la Educación” México, Siglo XXI, año 2013.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Matthew Shepard: 26 años de un crimen de odio. Prof. Juan Martín Sánchez

  “(…) el odio existe, todos nos hemos encontrado con él. Tanto a escala microscópica de los individuos como en el corazón de las colectivid...