sábado, 23 de octubre de 2021

“ ¿Y si no hay nada que elegir?”: a propósito de “XXY”- Por José Luis Sureda(*)

 

El personaje de "Alex" en XXY.

“¿ y si no hay nada que elegir?”

Creo que esa frase que la protagonista dice a la 1h16 min 40s de la película, resume todo el tema que la misma nos plantea.

Esta frase que muchas veces proclaman los bisexuales se hace mas visceral si la escuchamos de un intersexual.

Siempre he sido contrario a la utilización de etiquetas, que son el resultado del querer entender de parte de los seres humanos y para entender seccionar.

El mundo de la ciencia lo usa para explicar, corriendo el peligro de hacer de sus enunciados normas éticas, mandatos morales cosa que si hace en forma deliberada el mundo religioso para controlar; pero muchas veces, sirven para poder entender, explicar realidades, que nos obligan a descontruir todos los códigos heteronormativos que tenemos internalizados, que nos fueron enseñados por la familia, la sociedad, la ciencia, el deber ser…

Personalmente fue mi primer acercamiento a esta realidad desde lo emocional, no como un hecho médico o de los estudios de las sexualidades y fue muy removedor.

No fue al azar la elección del color del título en la caratula, el violeta surge de las mezcla del azul y del rosa, los colores que nuestra cultura usa para diferenciar lo masculino de lo femenino.

Cuando creía que venía entendiendo desde lo queer la construcción de nuevas masculinidades, surge esta realidad que me obliga a repensar todo.

Portada del filme


El encuentro con el hombre de la estación de servicio y luego la revelación de como la ciencia, queriendo normalizarlo lo amputo, desconociendo que el ser humano se construye en su identidad en el transcurso de su vida, con elecciones que deben ser libres, creo que es el gran mensaje, desde el cual el padre logra ordenar todos esos sentimientos hacia su hija-hijo, que tal vez terminará haciendo una elección de identidad como la del pistero o no.

Algo a destacar, es como el enfrentamiento de esa realidad, por parte de la familia del médico que la “normalizaría” ya no solo desde un punto de vista científico sino afectivo, al tener una relación de amistad las mujeres de esas familias, pone en jaque un núcleo familiar aparentemente bien constituido...“normal”

Aquí debo hacer referencia a otro personaje, que me parece muy interesante y que a través de él se puede entrever otra forma de vivir la masculinidad, como realidad independiente de una orientación sexual o conformación física, genética o construida, el hijo de los visitantes.

No me queda claro si sabía o no el motivo del viaje y la realidad de Alex, supongo que sí.

¿Él se enamora de la persona o del hecho de descubrir su orientación homosexual? Alex se lo pregunta cuando el muchacho le dice que la ama y ella le dice, a mi o a esto, señalando sus genitales.

Álvaro y Alex en XXY.


¿El ama lo masculino en Alex, sintiéndose más tranquilo de estar con alguien con apariencia femenina, pero que puede penetrarlo, cumpliendo sus deseos sin apartarse de la norma o se enamoró de la persona como un todo, más allá de las normas, sin sentir lesionada su masculinidad por los preceptos heteronormativos?

Sin duda una película que me hizo profundizar más en una realidad que pasa desapercibida muchas veces inclusive en el colectivo LGBTI, por algo aparece al final...

 

 

 


(*) José Luis Sureda(Maldonado, Uruguay):  es Educador Sexual.  Docente de sexología  en el ISEF. Colaborador de medios escritos y radiales. Integrante del colectivo  pionero“Maldonado Diverso”.

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