“Fresa y chocolate” es una película cubana del año 1993 dirigida
por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío. Es una película de género
dramático y uno de los primeros ejemplos de temática LGBT en el cine realizado
en el Caribe. Su elenco está encabezado por los actores Jorge Perugorría,
Vladimir Cruz y Mirtha Ibarra. Basada en el cuento de Senel Paz El lobo, el
bosque y el hombre nuevo, el escritor fue quien realizó la adaptación del
guión.
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Afiche del filme. |
Ambientada en La Habana de finales de los
años 70 Fresa y Chocolate narra la historia de amistad entre dos jóvenes muy
distintos: David y Diego. Como se denota ya en el título, la película habla de
gustos: tanto en sentido figurado, los de los helados, como proprio, las
diferentes orientaciones sexuales de los dos protagonistas. El helado de fresa
formaba parte de los numerosos signos de reconocimiento que usaban los
homosexuales en los años 70.
David (Vladimir Cruz) es un ingenuo
estudiante de Ciencias Políticas en La Universidad de La Habana. Joven,
comunista convencido y lleno de prejuicios e ideas doctrinarias, se aloja en
una residencia de estudiantes. El grupo con el que se relaciona está
supervisado por Miguel (Francisco Gattorno) miembro del Partido Comunista.
Diego (Jorge Perugorría), un joven artista
culto, homosexual, individualista y escéptico, conoce por casualidad a David y
se siente atraído por el estudiante. Con el propósito de mantener relaciones
sexuales, lleva a su casa a David bajo el pretexto de prestarle unos libros
prohibidos que difícilmente podrá conseguir en las bibliotecas públicas o en
las librerías que suelen frecuentar. David, al percatarse de las intenciones
del artista, las rechaza y se marcha del edificio. No obstante, pasados unos
días, el recelo es vencido por la fascinación que empieza a sentir por la vida
que lleva el artista, su entorno y sus ideas.
Con el paso del tiempo ambos comienzan a
cultivar una amistad sincera a pesar de sus diferencias ideológicas y
personales. Diego se decanta por forjar una amistad sincera superando la
atracción sexual con la que empezaron a conocerse. David comenzará a mantener
una relación con Nancy (Mirtha Ibarra), la íntima vecina y amiga de Diego que
se dedica a la prostitución, y disfrutará de la enriquecedora amistad de Diego.
Al percatarse Miguel de esa amistad decide
tender una trampa a Diego, utilizando a David, ya que al ser el artista
homosexual lo considera contrarrevolucionario. El estudiante, dando largas, no
participa en el proceso pero, como resultado, a Diego lo censuran y acosan en
su trabajo. Al empeorar su situación personal y ante la imposibilidad de seguir
viviendo en Cuba si no es trabajando en el sector de la construcción, Diego
decide emigrar de la isla. Aunque David intenta convencerlo de que no se
marche, la decisión del artista es firme. En la última escena, tras sincerarse
ambos sobre los deseos íntimos y las motivaciones con las que se conocieron, se
funden en un afectuoso y emotivo abrazo.
A través de Miguel y, al principio de la
película, de David, trasparece la intolerancia de la Revolución cubana hacia
los homosexuales. Aunque David, gracias a la nueva amistad con Diego, cambia de
opinión. El contexto histórico y social cubano de aquellos años está plenamente
integrado en la trama de la película.
Es la primera película en representación de
Cuba que obtuvo una nominación, en la categoría de Mejor Película Extranjera,
en los Premios Oscar de 1994. Presente en numerosos festivales de cine
internacionales, como los de Berlín y Chicago,
la cinta también obtuvo el Premio Goya al mejor largometraje extranjero
de habla hispana en la edición celebrada el 21 de enero de 1995. Fue uno de los
hitos más importantes del cine cubano y que, por los temas tratados, fue objeto
de discusión a nivel mundial. La controversia que causó fue tanta que tardó 14
años en ser emitida por la televisión nacional cubana mientras que periódicos
de todo el mundo escribieron artículos sobre ella, entre otros: The Washington
Post, The New York Times, El País y La Reppublica. Un dato curioso es que la
Heladería Coppelia, en la que se filmó la primera escena de Fresa y Chocolate,
se ha vuelto un destino muy popular entre los fanáticos del cine.
FUENTES:
https://sorbosdecuba.wordpress.com/2018/05/10/fresa-y-chocolate-el-controvertido-helado-cubano/
https://es.wikipedia.org/wiki/Fresa_y_chocolate
Comentario de Matías Silva.
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