domingo, 27 de junio de 2021

Lecturas: "Stonewall. El origen de una revuelta" Martin Duberman.

 

 “Stonewall. El origen de una revuelta” es el trabajo pionero sobre la revuelta del Stonewall, que fue escrito por el historiador estadounidense Martin Duberman.

Portada de la edición en español.


El libro se estructura en siete capítulos y un epilogo, en los cuales se reconstruyen la historia de la revuelta manejando dos registros distintos, por un lado aborda el contexto social e histórico de las personas LGBT en los EEUU entre los años 50 y 60, por otro lado reconstruye la vida de seis protagonistas del naciente movimiento de liberación homosexual, cuyos testimonios le sirven a Duberman para entrelazar la “gran historia” de los hechos y la biografía de algunos de sus protagonistas.

El “reparto”, como le llama Duberman, está formado por Craig Rodwell, Yvonne Flowers, Karla Jay, Sylvia R. Rivera, Jim Fourat y Fosters Gunninson Jr. Personas cuyos testimonios constituyen una parte central en la obra. En el epílogo del libro se incluye además información sobre otros protagonistas de su época.

“Stonewall. El origen de una revuelta” es un intento de reconstruir la historia de aquellos hechos desde una perspectiva histórica, apoyándose en testimonios, fuentes y documentos de época.  La obra fue publicada en inglés en el año 1993, siendo muy bien recibida y teniendo ediciones posteriores. En castellano  recién estuvo disponible cuando fue editada por la editorial española Imperdible en el año 2018.

Una lectura muy recomendable para conocer la historia de los orígenes del moderno movimiento de liberación LGBT. Escrito además por un historiador de renombre.

 

Segunda edición en inglés.

 Descripción del libro (Editorial Imperdible): “Stonewall. El origen de una revuelta”, Martin Duberman.

      La madrugada del 28 de junio de 1969 cambió la vida de las seis protagonistas de este libro, pero también cambió la de quienes hemos nacido años después en un mundo influenciado por sus ecos, y en especial la de quienes en este nuevo contexto hemos querido seguir luchando por el largo camino que todavía nos queda, tomando el testigo de aquella Revuelta de Stonewall que a día de hoy, 50 años después, sigue siendo referencial.

     “El primer Orgullo Gay fue una revuelta” dice con toda razón una camiseta, queriéndonos recordar que los primeros orgullos no eran el capitalismo rosa y la apología del estado de las cosas que son ahora, sino que quienes acudían arriesgaban su integridad física, y también en muchos casos su vida social. Pero Stonewall no fueron sólo los cinco días de movilizaciones frente a la puerta del bar tras aquella fallida redada policial. Fueron décadas de intensa y disputada lucha a favor del deseo homosexual en EEUU y Europa central. Fue el trabajo de calle de los colectivos. Fue quienes resistían y sobrevivían diariamente en una sociedad que las rechazaba por ser además pobres, trans y/o no blancas.

    Y fue no dejar que todo se quedara en una revuelta: la organización de nuevos colectivos y de nuevas formas de lucha que conllevaron algunas mejorías para algunas, problemas similares para otras y un nuevo marco de lucha que a día de hoy con algunos cambios, prosigue.

      Con este trabajo también queremos terminar con el “mito de Stonewall” que nos llega como una revuelta de tipos gays cis blancos jóvenes, “socialmente” guapos y “liberados”. Es decir, contada por sus principales beneficiarios. Las trans racializadas lo dieron todo junto a las chaperas callejeras y a las bollos de todo tipo, y no faltó la presencia de maricas que luchaban ocultas en grupos anarquistas, autónomos, antibelicistas, comunistas o de liberación racial, deseosas de luchar también por aquello que las interpelaba más directamente. Ante todo demostrar el potencial de lucha y de revuelta que tenemos quienes estamos a la sombra del cisheteropatriarcado. La experiencia de Stonewall desató un fuego que luego muchos quisieron apagar, pero que fue, es y será difícil de extinguir por completo. Confiamos en que la edición de este libro en castellano sea una chispa más que lo avive”.

 


*Martin Duberman (New York, 1930), historiador y dramaturgo gay de ascendencia judía, es el autor de unos treinta libros, siendo sus más conocidos éste y Cures: a Gay Man Odyssey (1991). Se graduó con honores en la Universidad de Yale en 1952, y se doctoró por Harvard en 1957. Tras una etapa de profesor en Yale, en 1968 firmó un conocido manifiesto en contra la Guerra de Vietnam, y fue encarcelado por participar en una sentada frente al Senado. Tras la Revuelta de Stonewall participó en la fundación de grandes organizaciones como Lambda Legal Defense Fund (1971) o National Gay Task Force (1973). Así conoció personalmente a buena parte de las personas que aparecen en el libro, con quienes compartió manifestaciones, colectivos, debates, ilusiones y férreas amistades.

En los noventa viró su activismo hacia lo queer, participando en recopilaciones de textos de colectivos de base, y en la fundación de Queers for Economic Justice, de tintes antirracistas y libertarios. A día de hoy sigue incidiendo en la necesidad de una comunidad LGTBQ politizada y combativa, que se preocupe por incluir a su parte más excluida (adolescentes, trabajadoras sexuales, identidades trans, gente seropositiva…) y que se aproxime a aliarse con otros movimientos sociales de cariz radical.

Sus investigaciones le han valido infinidad de reconocimientos por parte de instituciones y colectivos LGTBQ,  destacando el título de Doctor en Humanidades por la  Universidad de Columbia en 2017. Actualmente es profesor emérito de Historia en el Instituto Lehman y en el Centro de Graduados del CUNY (Campus de la Universidad de New York), y fundador y director del Centro de Estudios de Gays y Lesbianas en el CUNY. En la actualidad sigue investigando, escribiendo y publicando.

Datos sobre el autor: Editorial Imperdible.

viernes, 25 de junio de 2021

Documental: "Stonewall Uprising" (2010).

 

“Stonewall Uprising", traducido al español como  "La Rebelión de Stonewall", es un documental estadounidense del año 2010.  Con una duración aproximada de una hora y media, recrea por medio de una rigurosa investigación histórica los hechos ocurridos durante las revueltas en torno al  Stonewall  de Nueva York en el año 1969. El documental fue dirigido por Kate Davis y  David Heilbroner. Basado en el guión elaborado por este último.

Portada del documental.


Se trata de un excelente material audiovisual, que reconstruye por medio de testimonios e imágenes de archivo, no solo las revueltas de Stonewall, sino también el clima social y la homofobia reinante en la sociedad norteamericana de los años 60.  Así como el activismo homosexual previo al Stonewall, incluyendo el accionar de grupos como “La sociedad mattachine” y “Las hijas de Bilitis”.

El relato es acompañado y apoyado, por una excelente recopilación de imágenes, filmaciones de época y materiales audiovisuales. Fragmentos de documentales y spot de claro contenido homófobo, que fueron producidos en ese tiempo para sostener los discursos médicos, políticos y sociales en contra de las minorías sexuales. También aparecen fragmentos de programas de televisión de la época y grabaciones de la policía.

Entre los testimonios que se recopilan, no solo están representadas las voces de los protagonistas de las revueltas, también las de otros actores sociales de la época. Incluyendo las de los propios policías. Como Seymour Pine, el oficial a cargo durante la redada del 28 de junio del 69.  Así como el testimonio de Ed Koch, concejal de la ciudad de Nueva York en tiempos de la revuelta.

Seymour Pine en 2010.


Martha Shelley.


También están los de personas que participaron de las revueltas, clientes habituales del Stonewall y activistas del movimiento LGBT como Martha Shelley o Dick Leitsch (De la “sociedad mattachine”).

Howard Smith. Periodista del "village voice". 


Dick Leitsch.

El documental constituye un material imprescindible para comprender la situación de las personas LGBT en la sociedad norteamericana de su tiempo y la situación que generó la revuelta en el Greenwich Village durante los días finales de junio de 1969.

Afiche usado en el estreno.


Descripción oficial del documental:

“En las primeras horas de la mañana del 28 de junio de 1969, la policía allanó el Stonewall Inn, un popular bar gay en la sección de Greenwich Village de la ciudad de Nueva York. Tales redadas no eran inusuales a fines de la década de 1960, una era en la que el sexo homosexual era ilegal en todos los estados excepto en Illinois. Esa noche, sin embargo, la calle estalló en violentas protestas y manifestaciones callejeras que duraron los siguientes seis días. Los disturbios de Stonewall, como llegaron a ser conocidos, marcaron un importante punto de inflexión en el movimiento moderno de derechos civiles de los homosexuales en los Estados Unidos y en todo el mundo”.

Algunas fotos de época que aparecen en el documental




Entre la clientela del Stonewall existía gran diversidad.





Se conservan pocas fotos de la revuelta.





pintada de protesta contra la corrupción policial y la opresión.


miércoles, 23 de junio de 2021

Históricas LTB: Marsha P. Johnson- Por Charo Alises(*).

 

“Si no apoyas a la gente negra, a las mujeres trans, a las trabajadoras sexuales y a las personas que viven con VIH, no está celebrando el Orgullo”.

Marsha P. Johnson.



 

Mujer negra, trans, pobre, prostituta, VIH positiva, modelo, drag y activista LGTBI. Nació como  Malcom Michaels Jr., en Nueva Jersey, Estados Unidos el 24 de agosto de 1945. Fue una de las activistas más destacadas por los derechos de las personas LGTB

A los cinco años Marsha empezó a usar vestidos pero tuvo que dejar de hacerlo por las agresiones de algunos niños. Con  trece años fue violada por otro menor. En esa época ella no sabía nada sobre las personas LGTB.

Con 18 años, una maleta de ropa y quince dólares en el bolsillo, se marcha a Nueva York.

No eran tiempos  propicios para la disidencia sexual. Aunque el Estado de Nueva York había cambiado la sodomía de un delito a una falta, la homosexualidad seguía siendo criminalizada, Las personas homosexuales no podían bailar juntas y estaba prohibido servirles alcohol en los bares. Vestir ropa del sexo opuesto podía suponer una acusación de desviación sexual.

Reina Callejera muy conocida en la ciudad de Nueva York,​ Johnson fue una de las  activistas más destacadas en los enfrentamientos con la policía durante los disturbios de Stonewall, ocurridos durante la madrugada del 28 de junio de 1969 . Esta revuelta   sentó las bases de la lucha por los derechos civiles de las personas LGTB en Estados Unidos y en el resto del mundo. En 1970 Marsha fue una de las caras visibles de la primera marcha del Orgullo.

Johnson y su amiga Sylvia Rivera, preocupadas por las jóvenes trans sin hogar,  cofundaron a principios de los setenta, la organización Street Transvestite Action Revolutionaries (STAR; Revolucionarias activistas travestidas callejeras); juntas eran una presencia visible en las marchas a favor de los derechos de las personas LGTB y participaban en otras  acciones políticas radicales en defensa  de diferentes causas sociales.



Junto con Rivera, Johnson era madre de la Casa STAR, recogiendo ropa y comida para ayudar  a las jóvenes drag queens, mujeres trans y chicos sin hogar que vivían en los muelles de la calle Christopher.

En la década de 1980,  continuó su activismo en la calle como organizadora  de ACT UP, acrónimo de AID Coalition to Unleash Power, un grupo de acción directa creado en 1987 para llamar la atención sobre la pandemia del sida y las personas  que lo padecían con objeto de conseguir legislaciones favorables, promover la investigación científica y la asistencia a quienes lo  sufrían  hasta conseguir todas las políticas necesarias para alcanzar el fin de la enfermedad.

Marsha Johnson y Sylvia Rivera 


Cuando un  juez preguntó a Marsha, ¿Qué significa la ‘P’ del nombre?; Johnson contestó: Pay it No Mind (No le hagas caso). ​Esta frase se convertiría en su distintivo.

En 1974  Andy Warhol la fotografió como parte de una serie de polaroids titulada señoras y caballeros, que se centraba en drag queens.​ Johnson también era miembro de la troupe de drag queens de Warhol, Hot Peaches, que ha sido comparada con otra similar de San Francisco, The Cockettes.​

En julio 1992,  encontraron el cuerpo de Marsha  flotando en el río Hudson, no lejos del muelle del West Village, poco después de la Marcha del Orgullo.​ La policía consideró la muerte un suicidio.​ Los amigos y seguidores de Johnson dijeron que no tenía tendencias suicidas​ y una campaña de pósteres más tarde afirmaba que Johnson había sido acosada el día de su muerte cerca de donde se encontró su cuerpo. Los esfuerzos para conseguir que la policía investigase la causa de la muerte fueron infructuosos. ​ Después de una fuerte campaña dirigida por la activista Mariah López, en noviembre 2012 el departamento de policía de la Nueva York reabrió el caso como un posible homicidio.​

Las amistades cercanas de Johnson la consideraban una persona profundamente espiritual, que atendía a todas las iglesias y templos y regalaba lo poco que tenía para ayudar a las personas  que malvivían en las calles.

Sólo dos días antes de su muerte, Johnson fue entrevistada extensamente sobre su vida. La entrevista forma el núcleo del documental de 2012, Pay it No Mind: The Life and Times of Marsha P. Johnson, dirigido por Michael Kasino y Richard Morrison.

En el lugar del río Hudson donde se recogió su cadáver se ha instalado una fuente en su memoria.


Fuente: https://blogs.20minutos.es/1-de-cada-10/2021/06/07/historicas-ltb-marsha-p-johnson/



*Charo Alises: Abogada, Doctora en Ciencias de la Comunicación, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Málaga. Doctora en Ciencias de la Comunicación, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Málaga, responsable del “Servicio de Atención Jurídica Gratuita a Víctimas de Delitos de Odio” del Colegio de Abogados de Málaga. Responsable de la asociación LGTB Ojalá de Málaga, miembro del Equipo Coordinador de la FELGTB y miembro del Grupo de Juristas de la FELGTB.

 

 


domingo, 20 de junio de 2021

Lecturas: "Stonewall. El primer orgullo fue una revuelta” Carlos Valdivia Biedma.

 

Portada del libro. Editado por Egales.

 “Stonewall. El primer orgullo fue una revuelta”, es un trabajo de Carlos  Valdivia Biedma, que presenta de una manera amena y original, la historia de las revueltas ocurridas en Nueva York en 1969.

El libro tiene un breve  texto central acompañado de ilustraciones realizadas por su autor. En sus páginas se narra la historia del activismo homosexual desde fines del siglo  XIX, hasta las revueltas del Stonewall. Así como se trazan algunas posibles líneas para nuestro movimiento en cuanto a las meas que faltan alcanzar.

En sus páginas nos encontraremos con personajes y hechos como Karl Ulrichs, Magnus Hirschfeld, Harry Hay, Marsha P. Johson, Sylvia Rivera, etc.

Además del Stonewall, allí aparece la sociedad Mattachine,  Las Hijas de Bilitis, La revuelta en la cafetería Gene Coptom´s de San Francisco, el incidente del Black Cat, la marcha de liberación de Christopher Street de 1970, etc.

En definitiva un texto valioso y original para acercarnos a la historia del activismo LGBT y las revueltas del Stonewall.

Un libro para celebrar el orgullo.

Carlos Valdivia Biedma.


Descripción del libro de Editorial Egales:

Sinopsis de STONEWALL: EL PRIMER ORGULLO FUE UNA REVUELTA

“En junio de 2019 hará 50 años que un grupo de personas se rebelaron a las puertas del bar Stonewall Inn en Nueva York contra la brutalidad policial, la discriminación y la desigualdad de las personas no normativas. Ese grupo de personas lo constituían mujeres lesbianas, hombres gays, personas trans, travestis, jóvenes, sin techos, latinas, negras. Todas marcaron, sin saberlo, el inicio del activismo LGTB moderno estadounidense y mundial. Este libro nace para recuperar esos acontecimientos, que vuelan por nuestro movimiento como mitos, y fijarlos basándose en los relatos históricos de las personas que estuvieron en Christopher Street aquel fin de semana”.

 


*Carlos J. Valdivia Biedma (Priego de Córdoba, 1993) se graduó en Traducción e Interpretación por la Universidad de Córdoba, y cursó un máster de Traducción Literaria por la Universidad Complutense de Madrid.

A la vez que realizaba estos estudios, comenzaba a desarrollar una latente faceta artística, bajo el pseudónimo artístico Aplatie, término francés que hace referencia a los fondos lisos de la mayoría de sus obras, de estilo minimalista y neopop. Son temas recurrentes en sus retratos la cultura pop española y extranjera, la religión, lo queer y el lenguaje del cómic.

Ha realizado diseños para las portadas de algunos de los libros de Egales, entre ellos “Inflexión marica: escrituras del descalabro gay en Latinoamérica”, “La teoría queer del fracaso”,” Cuando muera Chueca” o “He venido a reclutaros: textos y discursos de Harvey Milk”, que ha cotraducido

sábado, 19 de junio de 2021

Comentario de cine: "Stonewall"(2015).

 

"Stonewall" es una película estadounidense  de temática LGBT que fue estrenada en   2015. Fue dirigida por Roland Emmerich, reconocido por superproducciones como “Independence Day”, “Godzilla” y “Midway”. “Stonewall” se basa en un guión de Jon Robin Baitz.

Portada del DVD.


El reparto lo forman tanto estrellas reconocidas, como actores más jóvenes, estando formad por Jeremy Irvine, Ron Perlman, Jonathan Rhys Meyers, Joey King, Caleb Landry Jones, Matt Craven, Mark Camacho, Atticus Dean Mitchell, Nathaly Thibault, Andrea Frankle, Jonny Beauchamp, etc.

Jeremy Irvine interpreta a Danny Winters un personaje ficticio. 


La historia cuenta los sucesos ocurridos en las revueltas de Stonewall en 1969, que son consideradas el origen del moderno movimiento por los DDHH de las personas LGBT.

En Junio de 1969 una serie de hechos desembocaron en violentos disturbios en el bar Stonewall Inn de Greenwich Village, frecuentado por gays y transexuales. La situación se desencadena como respuesta al abuso y la represión de las fuerzas policiales contra las personas LGBT, así como por el clima imperante de discriminación y exclusión social.

Jonny Beauchamp  interpreta a Ramona.


La película ha recibido críticas diversas, algunos cuestionamientos por estar centrada en un personaje gay, en lugar de mostrar las revueltas desde la perspectiva de las mujeres trans. Que fueron quienes tuvieron un mayor papel en las revueltas y quienes más sufrían los procesos de exclusión social.

El reconcido Jonathan Rhys Meyers como "Trevor".


Sin embargo es un filme muy cuidado. Que permite comprender la temática y recrea las dificultades que debía atravesar la población LGBT en esos años. Sobresale por su recreación de época y porque permite visualizar la dramática situación de exclusión que sufrían los disidentes sexuales en la sociedad norteamericana de ese tiempo.

“Stonewall” mezcla hechos y personas reales, con otros que son licencias narrativas a fin de construir una historia cinematográfica, allí aparecen representados personajes como Marsha P Johnson,  Frank Kameny, Bob Kholer, Ed Murphy(integrante de la mafia), Seymur Pine(el policía que dirigió la redada) y Silvia Ryvera (ficcionada como “Ramona” Ray),

Sus carencias fundamentales están en el tratamiento dado a determinados personajes históricos, algunos como Marsha P. Johnson son torpemente retratados y el escaso lugar que la historia brinda a la propia revuelta del  Stonewall  y sus  consecuencias. Su punto fuerte está en los datos que aporta y en la recreación de época. “Stonewall” pudo haber sido un mejor testimonio de aquella época.

Marsha P. Johnson interpretada por Otoja Abit.


La película capta no obstante de forma aceptada, las diferencias existentes entre la comunidad LGBT, muestra el accionar de las agrupaciones homófilas como “The Mattachine Society” y de las dificultades que tenían para poder representar a las personas más excluidas de la comunidad LGBT.

Frank Kemeny intepretado por Arthur Holden


Así como la homofobia social reinante, la exclusión en las instituciones estatales, la represión y la violencia reinante contra las personas LGBT. La hipocresía, los negociados de la mafia con la policía, también hacen su aparición en el filme.

Patrick Garrow como Bob Kholer.


Pese a no ser una recreación del todo acertada sobre la historia del Stonweall, la película constituye un aporte para dar a conocer la historia, motivar la curiosidad por ella y visibilizarla. Tomemos en cuenta especialmente que es  un filme de Hollywood destinado a un público masivo, no solo LGBT.

“Stonewall” puede que no sea una representación perfecta, adolece de carencias, pero es una historia posible sobre la vida homosexual en el EEUU de los años 60. No es, no puede serlo, la “gran historia” de aquellos hechos, pero constituye una de muchas historias posibles. En definitiva es un filme aceptable. No es una obra notable, pero tampoco creo que sea despreciable  o que no merezca reconocimiento. Visionarla es la mejor forma de poder hacerse una idea sobre ella.


La primera noche de la revuelta. Recreada en el filme.



La revuelta.






El filme recrea la recrea marcha. Un año después de la revuelta.


Ron Perlman interpreta al controvertido Ed Murphy.


miércoles, 16 de junio de 2021

Históricas LBT: Stormé DeLarverie- Por Charo Alises (*).

 




“Stonewall fue una rebelión, un levantamiento, una desobediencia a los derechos civiles, no fue un maldito motín”. Stormé DeLarverie

 

El Stonewall era un bar regentado por la mafia, situado en el barrio neoyorkino de Greenwich Village. En este local,  se daban cita personas LGTB rechazadas por una sociedad y un sistema legal que criminalizaba la disidencia sexual. El bar sufría constantes redadas policiales y los abusos de autoridad con la clientela eran habituales.  En la madrugada del 28 de junio de 1969, en una de esas redadas, se produjo una revuelta que sería el origen de la lucha por los derechos civiles de las personas LGTBI en Estados Unidos y en el resto del mundo. Una de las protagonistas de esa rebelión fue Stormé DeLarverie. Durante unos minutos peleó con varios policías que intentaban detenerla, jurando y gritando. Según algún testigo era “una típica butch de la ciudad de Nueva York” y “una dyke-stone butch”. La golpearon con fuerza en la cabeza por denunciar que le apretaban mucho las esposas. Dicen quienes presenciaron aquello, que Stormé sangraba por una herida en la cabeza mientras peleaba. “¿Por qué no hacéis algo?”, gritó a la gente que miraba impasible la situación. Cuando fue detenida y encerrada en un furgón, la multitud estalló.

Stormé nació en Nueva Orleans el 24 de diciembre de 1920. El padre de DeLarverie era blanco y su madre  una mujer afroamericana, trabajaba como sirvienta para su familia. No tenía certeza sobre su fecha de nacimiento,  así que celebraba su cumpleaños el 24 de diciembre.​

Se tuvo que enfrentar al acoso y a la intimidación cuando era niña. En su adolescencia, montaba a caballo en el Ringling Brother Circus hasta que sufrió una caída. Fue consciente de que era lesbiana con dieciocho años. Vivió con Diana, su pareja,  durante 25 años hasta que ésta murió en la década de 1970. Según su amiga Lisa Cannistraci, DeLarverie llevaba siempre con ella una fotografía suya.

DeLarverie recorrió el circuito de teatro negro como la presentadora (y único drag king) de la Jewel Box Revue, la primera revista drag racialmente integrada de EEUU.​ La revista tocaba regularmente en el Teatro Apollo en Harlem,​ y también para audiencias mixtas, algo que todavía inusual en la época de la segregación racial en los Estados Unidos. Stormé tenía voz de  barítono​.

En sus espectáculos se presentaba con trajes a medida y a veces con un bigote que la hacía “inidentificable” para los espectadores, ávidos por descubrir si era un hombre o una mujer. Al final se revelaba el misterio durante el número Una sorpresa con una canción Dinah Washington y Billie Holiday (a quienes conocía en persona) le sirvieron de inspiración. Se volvió célebre por su estilo particular y sus espectáculos subversivos. En una época en la que había muy pocos drag kings actuando, Stormé estableció un precedente histórico.

​Trabajó como guardia de seguridad para varios bares de lesbianas en la ciudad de Nueva York durante los años ochenta y noventa. Perteneció a la Asociación de Veteranos de Stonewall en la que ocupó diversos cargos. Su presencia era habitual en las manifestaciones del Orgullo. Durante décadas Delarverie fue patrullera voluntaria de la calle. Además de su trabajo para la comunidad LGBT, también organizó y realizó acciones para mujeres y niños maltratados.​ Cuando alguien le preguntaba por qué lo hacía, respondió: “Alguien tiene que preocuparse. La gente dice: ¿Por qué sigues haciendo eso? Les digo: Es muy simple. Si la gente no se hubiera preocupado por mí cuando estaba creciendo, con mi madre negra, criada en el sur, no estaría aquí.”

Vivió durante décadas  en el hotel Chelsea de Nueva York, respirando la atmósfera bohemia de los artistas que allí se alojaban.

En junio de 2019, DeLarvarie fue incluida entre los  cincuenta pioneros y héroes estadounidenses en el National LGBTQ Wall of Honor dentro del Stonewall National Monument (SNM) en el Stonewall Inn de Nueva York.​ El SNM es el primer monumento nacional de los EE.UU. dedicado a los derechos e historia LGBT​ y la inauguración del muro se realizó en el 50 aniversario de los disturbios de Stonewall.​

Storme sufrió de demencia en sus últimos años.​ De 2010 a 2014, vivió en una residencia en Brooklyn.​ Aunque aparentemente no sabía que estaba en una residencia, recordaba perfectamente su infancia y Stonewall. El 7 de junio de 2012, Brooklyn Pride, Inc. honró a Stormé DeLarverie en la Brooklyn Society for Ethical Culture proyectando la película de Michelle Parkerson. Stormé: The Lady of the Jewel Box. El 24 de abril de 2014, DeLarverie fue homenajeada junto a Edith Windsor por el Brooklyn Community Pride Center,​ “por su fortaleza y valentía.”

Murió mientras dormía el 24 de mayo de 2014 en Brooklyn. ​ Lisa Cannistraci, que se había convertido en uno de los tutores legales de DeLarverie, declaró que la causa de la muerte fue un ataque al corazón. Recordó a DeLarverie como “una mujer muy seria cuando se trataba de proteger a las personas que amaba”

 


“Alta, andrógina y armada -tenía un permiso estatal de armas-, la Sra. DeLarverie vagaba por la Séptima y Octava Avenida y apuntaba entre sus 80 años, patrullando las aceras y controlando los bares de lesbianas. Estaba al acecho de lo que llamaba “fealdad”: cualquier forma de intolerancia, intimidación o abuso de sus “niñas”. Literalmente caminaba por las calles del centro de Manhattan como una superheroína”.

 

Obituario DeLarverie’s en The New York Times

 

Fuente: https://blogs.20minutos.es/1-de-cada-10/2021/06/14/historicas-lbt-storme-delarverie/

Publicado el 14/06/2021.

 


*Charo Alises: Abogada, Doctora en Ciencias de la Comunicación, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Málaga. Doctora en Ciencias de la Comunicación, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Málaga, responsable del “Servicio de Atención Jurídica Gratuita a Víctimas de Delitos de Odio” del Colegio de Abogados de Málaga. Responsable de la asociación LGTB Ojalá de Málaga, miembro del Equipo Coordinador de la FELGTB y miembro del Grupo de Juristas de la FELGTB.

 

lunes, 14 de junio de 2021

Entre la opresión y el orgullo-Prof. Juan Martín Sánchez (*).

 

Apuntes de una lucha por la dignidad.

La historia de la lucha por la liberación homosexual es extensa, nace como respuesta a la opresión, la privación de  derechos elementales y la negación de la dignidad humana. Este artículo no pretende ser una descripción acabada de esa lucha. Porque la misma excede su espacio, así como los conocimientos de su autor.

Simplemente pretende dar  unas pinceladas para comprender de dónde venimos ya que conocer el pasado constituye una necesidad imperiosa para poder mantener la brújula y trazar un horizonte a dónde queremos dirigirnos. Como toda selección es arbitraria y parcial, espero no obstante, no haber sido demasiado omiso.


 


Orígenes decimonónicos.

El nacimiento del movimiento homosexual podemos rastrearlo en la Europa de fines del siglo XIX, especialmente en Alemania, Europa Central e Inglaterra, allí se formaron los primeros pasos hacía lo que hoy entendemos como movimiento homosexual.

En el siglo XIX la situación de los homosexuales (1) europeos estaba dominada por la discriminación y un discurso social fuertemente homofóbico, pero variaba en intensidad según los países. Aquellos países del área latina (Francia, Italia o España), no penalizaban las relaciones homosexuales consentidas entre adultos. Ya que habían incorporado la despenalización de la homosexualidad que vino como consecuencia de la revolución francesa. Mientras que los países anglosajones y germanos, sí la penalizaban, situación  común a la Europa protestante.

Los activistas pioneros de aquel tiempo, conscientes de su diferencia y de la marginación que esta implicaba en un tiempo que el Estado, la religión organizada y como veremos, también la naciente ciencia médica, sostenían la opresión. Comenzaron a reflexionar sobre su naturaleza para poder incidir en la realidad social de su tiempo.

Karl Heinrich Ulrichs, jurista alemán, escribió sobre la homosexualidad y formuló la idea de que los homosexuales constituían una minoría social oprimida por el poder. Como aún no existía la palabra homosexual, Ulrich que escribió en la década de 1860 (originalmente bajo el pseudónimo de Numa Numantis, aunque luego ya con su nombre real, con todo el riesgo que eso implicaba),  una serie de trabajos donde planteaba  la idea de que los homosexuales eran  un tercer sexo, al que dio el nombre de uranistas. En referencia a la diosa Afrodita, hija de Urano, diosa en cuya descendencia no participó ninguna mujer(a diferencia de la diosa Afrodita hija de Zeus y Dione).

Karl Heinrich Ulrichs (1825-1895).


De este modo Ulrichs fue pionero en lograr presentar una teoría para poder entender la homosexualidad, legitimarla socialmente y enfrentar los estigmas heredados del pasado. El coraje de Ulrichs lo llevó también a intentar lograr una reforma en el código penal alemán que aún estipulaba que las prácticas homosexuales eran un delito. Fue la primera persona en “salir del armario” públicamente, lo hizo  frente al congreso de juristas alemanes en Munich en 1867, para pedir por la despenalización de la homosexualidad. Censurado, objeto de burlas, debió exiliarse de Alemania. Falleció solo y en la pobreza en una pequeña aldea italiana en 1895(2).

Aunque Ulrich no tuvo éxito en esta tarea, su idea de que los homosexuales nacían de esa forma, que sus inclinaciones eran producto de su ser y que no debían ser perseguidos por esa razón, asemeja en parte a la idea  moderna de la orientación sexual y significó un avance en poder plasmar un discurso propio, de naturaleza reivindicativa para enfrentar los discursos sociales dominantes. Fue pionera también su idea de que los uranistas (homosexuales), constituían una minoría social oprimida.

Al tiempo que Ulrich  defendía la idea del uranismo, Karl-MariaKertbeny, escritor austrohúngaro, acuñó la palabra homosexualidad . Apareció escrita por vez primera en 1868 en una carta que le dirigió a Ulrich. La volvió a utilizar en una serie de panfletos de protesta en los cuales se pedía la despenalización de la homosexualidad en Alemania.  Al igual que uranista, la palabra homosexualidad nace entonces de la mano del activismo pionero homosexual. Como término de naturaleza reivindicativo, positivo, que tenía por fin contraponerse a sodomita, un término procedente de la tradición homofóbica europea.

Karl-Maria Kertbeny (1824-1882).


Aunque este fuera el origen de la palabra, terminó siendo incorporada a la ciencia médica de aquella época, con el objetivo de patologizar y reprimir a la homosexualidad. Como señalamos, a la homofobia originada en la religión y el Estado, se sumó la homofobia nacida en la ciencia. Distintos estudiosos del comportamiento humano, como el psiquiatra alemán Richard Krafft-Ebing, incorporaron la palabra al léxico médico, para definir con ella lo que entendían como una conducta sexualmente patológica.

El saber médico de su tiempo se sumaba así a la religión organizada y al Estado, como agente disciplinador de la disidencia sexual. Esta situación se derivaba del contexto social y de la forma cómo se llevaba adelante el estudio sobre la sexualidad humana. Por ejemplo, en sus estudios, Krafft-Ebing  utilizó con pacientes de instituciones mentales y es que en ese contexto, donde la ley perseguía a los homosexuales, no era posible encontrar “sujetos de estudio” en condiciones que no fueran las de los propios centros de salud mental.

Portada del estudio de Krafft-Ebig


Siguiendo el camino trazado por Ulrichs, el médico alemán  Mangus Hirschfeld, impulsó la creación del Comité científico y humanitario, que tuvo como objetivo llevar adelante un estudio científico de la sexualidad humana (libre de los prejuicios y preconceptos moralizantes, que estaban presentes en otros científicos de su tiempo), así como lograr impulsar un cambio legal que permitiera la despenalización de la homosexualidad en Alemania y otros países. En 1919  impulsó la creación del instituto de ciencia sexual.

Mangus Hirschfeld (1868-1935)


El activismo pionero alemán por los derechos de los homosexuales tuvo su auge durante los años 20, con la democratización que siguió a la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial y fue finalmente desmantelado con por los nazis luego de su llegada al poder en 1933. Hirschfeld debió dejar Alemania y falleció en 1935 exiliado en Francia. Los nazis destruyeron su obra, pusieron fin a su instituto de investigación sexual y persiguieron a los homosexuales alemanes quienes fueron enviados a los campos de concentración.

 La Inglaterra victoriana fue un ámbito de gran represión homofóbica que vivió una verdadera histeria anti homosexual manifiesta  en el juicio y la condena a Oscar Wilde, por sostener una relación homosexual con Alfred Douglas. Pese a lo cual, también vio emerger un movimiento homosexual que en parte tuvo su origen en las universidades inglesas, un espacio de socialización esencialmente masculino y proclive a la homofilia. En ese contexto se originó una subcultura homosexual que reivindicó la antigua Grecia, considerada una época donde la homosexualidad era socialmente tolerada y hasta valorada.

Oscar Wilde y Alfred Douglas.


En 1883,  el escritor inglés John Addignton Symonds, incorporó la palabra homosexualidad a la lengua inglesa  al escribir un ensayo pionero A problema in greek ethics”, que sin embargo solo vio la luz años después de la muerte de su autor. Symonds, colaboró también con el médico Havelock Ellis, quien estudió la homosexualidad en su trabajo pionero “Sexual inversión”, que no solo fue el primer trabajo científico escrito en inglés sobre la temática, sino que además cuestionaba que la homosexualidad fuera considerada una enfermedad  y que fuera perseguida por el Estado.


La era de las organizaciones  homófilas.

El  autoritarismo que reinaron en los años 30 y la una nueva guerra mundial, significaron un retroceso para el movimiento de liberación homosexual, que había logrado cierta visibilidad en la Alemania de Weimar durante los años 20.

1933: nazis destruyen la biblioteca de instituto de ciencia sexual


Al otro lado del Atlántico, en EEUU, había existido un movimiento pionero en los años 20, la denominada Sociedad para los derechos humanos, impulsada por Henry Gerber (un ex combatiente de la PGM), que llegó a producir una publicación dirigida al público homosexual, “Frienship and Freedom”.  El grupo terminó siendo desmantelado por la represión del Estado y el arresto de varios de sus integrantes. Al igual que en parte de Europa la homosexual también era un delito en los EEUU por lo que las personas homosexuales tenían seriamente restringida su libertad.

Posteriormente  a la Segunda Guerra aparecen nuevas organizaciones, clandestinas o semiclandestinas (la homosexualidad seguía estando penalizada).  La Sociedad Mattachine se originó a principios de los años 50, impulsada por Harry Hay, surgió como un grupo que buscaba la despenalización de la homosexualidad, así como para crear conciencia entre los propios homosexuales de que era una minoría oprimida. Su accionar se inició en un marco fuertemente represivo en  tiempos de mccacarthismo  (2) y las personas homosexuales eran perseguidas y despedidas de sus trabajos por considerarse que eran  elementos antinacionales.

Logo de La Sociedad Mattachine.


Junto a La Sociedad Mattachine también existió la agrupación conocida como Las hijas de Bilitis, la primera agrupación de mujeres lesbianas, fue fundada en San Francisco y cuyo nombre era una evocación al poema de Pierre Louys dedicado a Bitilis, una amante de la poetisa Safo de Lesbos.

En aquel tiempo las leyes en EEUU penalizaban la homosexualidad, se perseguía a funcionarios públicos y profesores. Estaba penalizado usar vestimenta que se consideraba que era del género contrario. Razón que explica por qué  los primeros grupos activistas debían manejarse casi  en el anonimato.

Estas organizaciones tenían un perfil reivindicativo que consistía en tratar de visibilizar a las personas homosexuales como personas normales, buenos ciudadanos que aspiraban a lograr el reconocimiento como tales. Fueron capaces de producir y compartir conocimiento  por medio de revistas de suscripción que  publicaban materiales literarios, artísticos, científicos etc. Que eran también compartidos con agrupaciones homófilas europeas.

The Ladder: publicada por Las Hijas de Bilitis


También organizaron las primeras manifestaciones por los derechos de los homosexuales (en Filadelfia y Washington), en las cuales se exigía que los participantes guardaran decoro y adoptaran de forma estricta la vestimenta propia de su género. El llamado “recordatorio anual” se celebraba todos años en Filadelfia, era una protesta que buscaba visibilizar que los homosexuales no disfrutaban de los mismos derechos que se reconocían a la mayoría heterosexual.

Europa  tuvo sus movimientos homófilos luego de la Segunda Guerra Mundial, siendo la agrupación danesa La liga, fundada en 1948 en el contexto de la aprobación de La Declaración Universal de los Derechos Humanos, una de las pioneras. Otros grupos europeos tuvieron su sede en los Países Bajos y Francia. Todos ellos con un perfil similar a las agrupaciones estadounidense.

La Sociedad Mattachine y Las Hijas de Bilitis tuvieron gran importancia en generar un movimiento homosexual reivindicativo, aunque su accionar se viera limitado por la represión estatal. Llegaron a crear una estructura de alcance nacional, la NACHO, cuyas siglas en inglés quieren decir Confederación Nacional de Organizaciones Homófilas , creada a  fin de coordinar sus esfuerzos para lograr impulsar los cambios deseados.

Filadelfia: recordatorio anual de 1965.


La segunda posguerra mundial fue una etapa de renacimiento del movimiento homosexual bajo el formato de las denominadas organizaciones homófilas.  Las mismas preferían usar el término homofilia como sustituto del término homosexual que poseía un sentido peyorativo debido a su apropiación por el discurso homofóbico. Así como, se caracterizaron por un perfil claramente integracionista. Impulsaban y buscaban, una integración de los homosexuales en la sociedad mayoritaria en tanto ciudadanos.


La revolución: Stonewall y más allá.

Aunque las organizaciones homófilas habían cumplido un papel relevante en crear una  comunidad reivindicativa, la situación de las personas LGBT era todavía muy precaria en los países occidentales a inicios de los años 60.

En varios de ellos seguían vigentes las leyes que penalizaban la homosexualidad o la transexualidad, la discriminación era predominante y no existía ningún tipo de garantía legal que protegiera a las personas homosexuales de sufrir despidos o arrestos arbitrarios.

El discurso social reinante, tanto político como científico, eran todavía homofóbico. Los homosexuales eran considerados enfermos, pecadores o criminales, según el contexto. O la suma de todas esas denominaciones en el peor de los casos.

 prensa de la época.


Por esta razón la subcultura homosexual debía existir en los márgenes de la sociedad, en el mundo del secreto, creando sus espacios de libertades que fueran invisibles para la sociedad mayoritaria so pena de correr el riesgo de ser expuestos y sufrir las represalias.

Los bares homosexuales eran una parte de ese mundo clandestino, una de tantas expresiones de la subcultura homosexual, que debía existir en el secreto. Los bares que servían a homosexuales y constituían un espacio de socialización, se ubicaban en zonas periféricas de las ciudades occidentales y muchas veces eran regenteados por la mafia.

1962: arresto de una "drag queen" en un bar.


Entre ellos se encontraba el Stonewall Inn, el bar neoyorquino que fue testigo de la recordaba revuelta homosexual de junio de 1969, que terminó provocando el origen de lo que hoy se conoce como orgullo gay  u orgullo LGBT.

No era que las revueltas del Stonewall fueran el primer episodio de este tipo, ya se habían dado casos similares en otros boliches para homosexuales, lo novedoso en este caso fue que luego de los disturbios nació una nueva forma de organización homosexual mucho más combativa. Al decir de Martha Shelley “Los disturbios de Stonewall no fueron los primeros. Ya habíamos visto otros en San Francisco y Los Ángeles, pero no había pasado nada después porque nadie se organizó”(4).

Estaba finalizando la década del 60 una etapa  convulsionada en la historia de EEUU y el mundo occidental, donde habían eclosionado diferentes movimientos sociales  de protesta, desde el movimiento por los derechos civiles, hasta los hippies y los movimientos juveniles, pasando por los movimientos contrarios a la guerra de Vietnam. En ese clima de fervor revolucionario  comenzó a desbaratarse el consenso social conservador que oprimía a los homosexuales.

El Stonewall Inn.


El 28 de junio de 1969 se produjo una redada policial en el Stonewall, bar que se encontraba ubicado en el Greenwich Village y que pertenecía  a la familia criminal Genovese.  Era un hecho recurrente, ya que pese a que la mafia había pactado con la policía, ese arreglo no impedía las redadas que ocurrían con frecuencia motivadas a veces con el objetivo de extorsionar a las personas que asistían a estos establecimientos.

El procedimiento habitual era detener a algunas personas, generalmente aquellas que vestían prendas asociadas con el género opuesto , llevarlas detenidas  y retenerlas por varias horas. Sin embargo esa noche la situación fue diferente, porque comenzó una protesta en contra de los arrestos arbitrarios generando una revuelta que duró 3 noches seguidas en las cuales la policía de Nueva York no pudo mantener el orden en el Greenwich Village.

Con diferencia de lo que había ocurrido en otros episodios anteriores, la revuelta del Stonewall impulsó la creación de un nuevo tipo de activismo LGBT. Mucho más contestatario que el que habían representado las organizaciones homófilas de los años anteriores.

28/06/1969: comienza la revuelta...


Activistas como Martha Shelley, Jim Fouratt y Bob Kohler(entre otros), aprovecharon el sentimiento de euforia para impulsar la creación del Frente de Liberación Gay del que posteriormente surgió La Alianza Gay Activista en diciembre de 1969(5) . Por su parte, también las  personas transgénero impulsaron su activismo de la mano de la creación de STAR (Street Tranvestite Action Revolutionarie), impulsada por Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson. Muchos de los activistas que impulsaron la creación de estos grupos tenían experiencia previa en organizaciones de protestas, porque se habían visto envueltos en el movimiento contra la guerra en Vietnam, o en otros de los movimientos contestatarios de aquella década. Experiencia que volcarían ahora en lo que entendían que era "su propia causa".

Stonewall: Graffiti de protesta contra la corrupción policial.


La emergencia de este nuevo activismo llevó a un cambio en la táctica de los colectivos LGBT, que se vieron renovados  por el recambio generacional y por el ambiente revolucionario posterior a Stonewall.  Así, aunque la Sociedad Mattachine convocó a un nuevo recordatorio anual en el Independence hall de Filadelfia, la participación fue escasa.

En su lugar, los nuevos grupos, impulsaron la propuesta de Craig Rodwell del Día de Liberación de Crhistopher Street, que debía celebrarse el 27 de junio de 1970 en el aniversario del inicio de las revueltas. No se trataba de un cambio menor, se trataba de un cambio de estrategia que apuntaba a dar una gran visibilidad a la población LGBT. Llevando sus reclamos al espacio público hasta entonces colonizado por el discurso homofóbico dominante.

Un año después: día de liberación gay (1970).

En los años 70 las marchas fueron rebautizadas como marcha del orgullo gay (Gay Pride) y sirvieron de impulso para que en otros países se formaran movimientos similares, frentes de liberación homosexual, que lograsen disputar el espacio de lo simbólico y crearan las condiciones para una movilización política en clave reivindicativa de la comunidad LGBT. Contribuyendo grandemente a crear un sentido comunitario e identitario de pertenencia.

Las décadas transcurridas desde Stonewall y la proliferación de los movimientos de liberación LGBT en el mundo occidental han sido testigos de cambios significativos. No solamente la homosexualidad ha dejado de ser considerada una enfermedad, sino que la homofobia estatal comenzó a resquebrajarse. La homosexualidad desapareció  de los códigos penales occidentales y se han dado avances legales antes impensables, como las que protegen de la  discriminación, reconocen el matrimonio para personas del mismo sexo o la existencia de identidades de género que no se corresponden con los mandatos sociales tradicionales.

El Stonewall: monumento histórico desde 2016.


Nada de esto hubiera sido posible sin la existencia de un movimiento LGBT fuerte y activo que ha estado presente detrás de las distintas instancias en que se fueron dando para ir desmantelando el sistema de exclusión construido por la homofobia y sostenido por distintos poderes sociales.

No debemos, sin embargo,  creer que ya se han cumplido las metas, no podemos dejar de reconocer que la homofobia sigue anidando en nuestras sociedades y  frecuentemente resurge para intentar retrotraernos a otros tiempos.

 El vínculo con el pasado es siempre fundamental, la conciencia histórica es constructora de caminos y nunca debemos olvidar las luchas que nos han llevado a donde estamos hoy y que nos marcan la guía de a dónde queremos ir.


Notas

1.      Utilizo el término “homosexuales” pero  refiero a lo que hoy denominados como comunidad LGBT. Recordemos que esta última denominación indentitaria  es más contemporánea.

2.      Pueden encontrarse información sobre este hecho y sobre las ideas de Ulrichs en este blog.  Ver https://aguilasmulticoloreslgbt.blogspot.com/2021/05/asi-fue-la-primera-salida-del-armario.html.

3.      Se conoce como Mccarthismo al  período de persecución ideológica y política en la sociedad norteamericana de los años 50. Una auténtica caza de brujas inspirada por el senador republicano Joseph McCarthy contra los denominados elementos “antinacionales”. Principalmente buscaba enfrentar una supuesta infiltración comunista a todos los niveles de la sociedad estadounidense. Pero también sirvió de excusa para la persecución de la homosexualidad.

4.      Cita proveniente del artículo “La mujer en el origen del arcoíris”. Publicado por “El País” de Madrid. Con motivo de los 50 años de las revueltas del Stonewall. Pueden consultar el texto en nuestro blog. https://aguilasmulticoloreslgbt.blogspot.com/2021/06/la-mujer-en-el-origen-del-arcoiris.html.

5.      -La separación se produjo por diferencias entre los integrantes del Frente de Liberación Gay. Algunos de los cuales querían un movimiento centrado específicamente en las reivindicaciones específicas de la comunidad LGBT, mientras otros deseaban tender puentes y aliarse con otros movimientos sociales, como Las panteras negras, con el fin de cambiar la sociedad por medio de un proceso revolucionario. Quienes abandonaron el Frente de liberación pasaron a  integrar La Alianza Gay Activista.




Bibliografía de consulta.

1.      Duberman M. “Stonewall. El origen de una revuelta” Editorial imperdible.

2.      Mirabet I Mullol A. “Homosexualidad hoy” Barcelona, Herder, 1985.

3.      Mondimore F. “Una historia natural de la homosexualidad” Barcelona, Paídos, 1998.

4.      Rizzo D. “Esfera pública y políticas gays desde la Segunda Guerra Mundial” en Aldrich R.(Ed) “Gays y lesbianas vida y cultura. Un legado universal” Editorial Nerea, 2006.

5.      Tamange F. “La era homosexual (1870-1940) en Aldrich R.(Ed) “Gays y lesbianas vida y cultura. Un legado universal” Editorial Nerea, 2006.

6.      Valdivia Biedma C. “Stonewall. El primer orgullo fue una revuelta” Editorial Egales, 2019.

 


* Juan Martín Sánchez: Profesor de Historia.  Dirige la página  de Águilas Multicolores  junto a la Prof. Sheina Leoni Handel. Integra el colectivo Rainbow Families en Maldonado (Uruguay).


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